Hay veces en que una solo tiene ganas de sentarse a tomar un té.
Pero cuando te animaste y empezaste y te decidiste por fin,no podés pararte y mucho menos sentarte.
Y si encima te encontrás con un cajón más y no podés dejar de tenerlo aunque ya tengas 10 esperando ser Re-interpretados,menos que menos podés sentarte.
Entonces te tomás un té de parado o un mate a las apuradas y sabés que ese cajón te pide ser rescatado...pero no tanto.
Y después de limpiar y ponerle gel decapante,sabés que el cajón estaba en lo cierto,que no había que agarrar el pincel a lo loca,ni la lija...
Por que así solito,así de simple como pasar una espátula para sacar el gel iban a aparecer las infinitas capas de pintura que alguien o muchos le dieron.
Al final solo había que rasquetear un poco,para que apareciera la belleza.
Hablo de rasquetar el cajón ,pero también hablo de rasquetear los deseos,por que esta entrada aunque parezca rara,habla de mucho más que de un cajón viejo y roñoso y de sus múltiples capas de pintura.
Y aunque parezca "para abajo" es una de las entradas que con más felicidad hago en este blog desde que lo cree.
Por que lo soñé,lo desee y lo hice.
¿Que si llegué a algún lado?
No,no llegué a ningún lado,solo empecé,solo me animé.
No me puedo sentar a tomar un té tranquila por que tengo mil cosas para hacer.
¿Pero sabés que?
Si podré sentarme tranquila a tomar todos los tés o los mates que quiera cuando sea más grande y sepa que lo intenté.
Esta entrada está hecha a la madrugada,estoy medio dormida,pero no podía ni quería dejar de compartir con las Frugaleras el cajón divinísimo que rescaté y mucho menos la alegría de haber abierto mi tienda!
¡Abrazos!
Fuente: este post proviene de Blog de Rosinas, donde puedes consultar el contenido original.
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