Hola a todos!
Aquí tenemos un tiempo estupendo todavía; las niñas se están bañando en la piscina y se lo pasan pipa jugando con unos vecinos. El agua está fría para mi, así que ¿puedo hacer algo mejor que sentarme bajo una palmera viéndolas jugar mientras escribo algunas entradas? Vale, se me ocurren varias cosas mejores que hacer pero esto es lo que hay ahora, y lo agradezco.
Antes de que os enseñe mi entrada hoy os quiero advertir que hay una imagen que puede resultar bastante desagradable y puedo entender si decidís no volvéis a visitar mi blog nunca más.
Estáis advertidos.
Era sábado por la tarde, cerca de las 8 cuando me di cuenta que no había pasado por el supermercado a comprar unas cosas que me hacían falta para el día siguiente. Cogí la furgo y decidí cambiar la ruta e ir por otro camino. Y allí estaba, al lado del contenedor. Paré el coche, miré derecha e izquierda, delante y detrás, no había nadie. Me bajé y abrí la puerta de atrás y volví a mirar a mi alrededor. Nadie. Parecía estar en buen estado, pero había tan poca luz y no quería que nadie me viera que ni lo inspeccioné. Pesaba un montón, pero conseguí cargarlo en el coche soltando alguna palabrota. Hecho. Vuelta a mirar y seguía sin haber nadie, puff!!
Ahora, os podéis imaginar la cara de mi marido cuando le dije “cariño, tengo una cosa en el coche y necesito tu ayuda”, y ve eso dentro?
Pero ahora os tenéis que imaginar MI cara cuando lo tenemos en medio del salón y abro las puertas.
Ya os había advertido. Dar gracias que estáis viendo una foto, una foto de noche y con mala calidad. Y para rematarlo, cuando lo estaba cargando rompí el mármol, así que cualquier pensamiento de poder usarlo se desvaneció. Ahora tenía una cosa asquerosa y rota en el salón, y ni idea de qué hacer con ella, pero por narices algo iba a hacer!
Lo desmonté entero, me quedé con las puertas para posibles futuros proyectos. Los cajones tenían muchas posibilidades.
Les quité la especie de plástico en el que estaban forrados, y ya limpios pensé que servirían tipo macetero para meterles plantas. Los pinté de blanco y les puse un pequeño transfer.
Realmente me encanta como quedaron las cajas!! Valió la pena todo el esfuerzo para traer el monstruo a casa.
Y vosotros? También recogéis cosas del contenedor?
Abrazos,
Pili
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