El día llegó.
¿Cómo? Pues estaba cocinando y necesité una especia y ahí me ves, sacando una por una hasta dar con la que quería y entonces se me encendió la bombilla.... ¿No haría algo con la caja que me sirviera para tener organizadas las especias?
Dicho y hecho y aquí os muestro el resultado.
No tiene nada especial. Un par de manos de imprimación con su correspondiente lijado entre ambas, una par de manos también de pintura, una en blanco y otra en azul y como protección, barniz al agua.
Y eso es todo. Ahora sí que encuentro enseguida la especia escondida entre sus compañeras.
Hasta otro ratito.