Sin duda, el primer bordado de Lagartera que recuerdo cuando era niña son los soles en dos azules.
También en rojo y negro, pero mi madre siempre decía que eran "más finos" en azules y ella así los hacía.
Tiene el dibujo memorizado, yo nunca le he visto tener una muestra mientras borda. Yo sería incapaz.
Siempre le digo que me tiene que enseñar a hacer el deshilado, me dice que si, pero pasa de mi.
Un bordado bien hecho, hay que disfrutarle, también, por el revés.
Esta servilleta, es otro de los tesoros que me regaló mi madre el otro día.
Mamá sigue ordenando cajones que seguro que salen más cosas que a mi me encantan.
Yo la usaré de cubre bandejas o de mantel individual, dependiendo el día y la ocasión.
Y sigo coso que te coso...
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