Jerusalem me había pedido una bolsa para el pan.
Y he tardado mucho en hacérsela.
No es muy normal en mi, pero es que no he querido ser egocéntrica, también, en el regalo.
Y he esperado a que llegase la inspiración.
Como ayer se pasaba por casa a vernos, y no se podía quedar a comer, pensé que algo le tenía que regalar, pues la bolsa del pan.
Ya veis lo sencilla que es, una tela con teteras y lecheras, de 50 x 35 cm.
La he forrado con tela de vichy porque le da mucho cuerpo.
Ahora viene la aportación del fotógrafopadre.
Yo le he bajado la bolsa, con los cordones así:
Y él los ha convertido en ésto:
El invento no queda mal, pero a mi no me convence.
Por eso le dejo a él el honor de usarlo.
Y sigo coso que te coso...
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