Continuamos hoy con bolsas de pan porque, cansada ya de encontrar migas de pan por todos lados propias de andar moviendo la barra pan de un lugar a otro de la cocina, me he decidido a coser una bolsa para el pan.
Y no es que no tuviese una... o dos... o tres... pero ¡es que no hacían juego en mi cocina! Sí, lo sé, a veces prevalece lo bonito ante lo práctico.
Pero pensándolo bien... ¿quién dijo que lo bonito no puede ser práctico? ¡¡he encontrado una bolsa propia de costureras que enamora!!
Combiné un lino verde que compré en Sitges del año pasado con una tela floreada en tonos verdes, blancos y rosas.
Y puse en práctica la costura francesa que permite un acabado perfecto: costura bonita por dentro, bonita por fuera.
Además que las telas las encuentro preciosas fijaros en la abertura: ¡¡un tambor de costura!! ¿no os parece divertido?
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