Cortamos la cápsula por un lado con unas tijeras de punta, hasta llegar a la base.
Recortamos toda la base de la cápsula y la desechamos.
Con la cápsula recortada haremos el pendiente. Cogemos un extremo de la cápsula con unos alicates (mejor de punta redonda), y la vamos enrollando en ellos.
Cuando acabemos de enrollar la cápsula, doblamos un poquito el extremo sobrante, para que nos quede más pulido.
Acabamos de enrollar, y nos quedará algo así:
Ahora hemos de pegar la punta del pendiente a un capuchón con anilla (yo lo hago con pistola de silicona, aunque supongo que con algún tipo de pegamento fuerte también se enganchará bien). Mejor poner la silicona o el producto que usemos para enganchar en el capuchón primero y luego insertar la cápsula.
Finalmente abrir el gancho para pendiente y acabar de montar la pieza.
Esta manera de hacer pendientes la aprendí en un taller organizado por La Farinera del Clot, con Mercè Elias como profesora.