Y ésta que os enseño la he hecho con mucho cariño, porque es la primera vez que mi madre me pide que haga algo para ella.
Tengo que decir que mi madre es la "reina" de las transformaciones, que no se te puede olvidar en su casa nada porque al día siguiente lo puedes ver convertido en cualquier cosa, en lo que se inspire ella y tiene mucha, pero que mucha imaginación.
Resulta que se le había enganchado una rebeca de lana con la puerta del armario y le había producido un agujero.
Me preguntó si conocía a alguien que zurciera, porque le gusta mucho esa prenda y no quería desecharla.
Como no encontramos a nadie, le sugerí unas coderas (a mi me hubieran gustado, como poco, escocesas, pero no es su estilo), y ella me pidió que fueran pequeñitas.
Pensé que mejor las hacía yo, que no podía ser tan difícil.
Lo primero, fue reparar el agujero, lo zurcí de aquella manera...
Pero bueno, al menos estaba protegido.
Después, dibujé unas coderas y recorté la tela de una falda usada. Para darle más cuerpo, le pegué una entretela gordita.
Preparé las herramientas de apliquilt, un poquito de pegamento, una puntada escondida y voilà:
Ha quedado estupenda, para que ella me haya dado el visto bueno... con lo exigente que es!!!
Y yo tan contenta de que haya confiado en mi.
Las fotos son malas, lo sé, pero las hice con el móvil según iba cosiendo. Vamos que no se puede pedir más. La chaqueta es azul marino, aunque no lo parezca.
Y sigo coso que te coso...