El pantalón estaba así en su parte trasera:
La verdad es que no sabía como meterle mano.
Pensé en dárselo a mi madre, que es la reina de las reparaciones, pero para una cosa que me pedía mi hermano....
Ayer por la tarde fue el día apropiado, harta de limpiar el polvo y mover libros y demás enseres descolocados para acuchillar el suelo, me dije ésta es la mía.
Voy a coser un ratito, pero debe ser algún UFO, dicho y hecho.
Lo ví claro, el acolchado libre es uno de mis pendientes, pues practicaré con el vaquero. Reforcé el interior con una tela, puse el pie, escondí los dientes (los de la máquina que los míos, de momento, no son de esconder), y me puse manos a la obra.
El resultado, creo que fue bastante decente.
Ahora espero que los disfrute, tanto como yo he disfrutado con el arreglo.
Bueno, ni que decir tiene que ya puesta, hice alguna cosilla más, pero os la contaré otro día.
Y sigo coso que te coso...