El otro día, cuando iba de recados por la calle, vi una silla abandonada en la acera. La verdad que en ese momento iba cargada y no podía cogerla pero como me había parecido tan chula, en cuanto pude volví a ver si seguía y ahí estaba, esperándome. Así que la rescaté y me la traje a casa para darle un lavado de cara.
La verdad que la silla estaba bastante bien, salvo que el respaldo estaba desencajado y le faltaban algunas maderas. Era mi oportunidad de sacar la artillería pesada y devolverle una nueva vida a esta silla. Lo que me hacía falta era: un poco de cola específica para madera de Ceys, un bote de pintura en color turquesa claro de Pinty Plus, una lija, un destornillador y cinta de carrocero. Sin duda, una ocasión muy buena para utilizar los materiales que había pedido para el #desafíoceysnovasol al que nos han retado de nuevo las chicas de Handbox.
¡Manos a la obra!
Primero desmonté con el destornillador las partes necesarias de la silla para poder arreglar el respaldo. Y a continuación, lijé toda la superficie para que se fijara mejor la pintura. La verdad es que la capa de barniz que le habían dado a la silla era muy gruesa y no conseguí eliminarla por completo, pero ya se veían los poros de la madera, así que era suficiente.
Después, para volver a montar la silla, utilicé la cola específica para madera de Ceys. Por una parte, la utilicé para sellar los agujeros que habían dejado las partes que quité del respaldo. Esta cola está indicada para eso porque una vez seca la puedes lijar y pintar como si fuera madera, así que la diferencia con el resto de la silla no se va a notar. Y después, para ensamblar el resto del respaldo también utilicé esta cola, en una hora estaba rígida ¡como si fuera nueva!
Por último, una vez seca la cola, pasé a darle un baño de color a mi nueva silla. Para que se notara su origen rescatado, decidí dejar las patas en el color oscuro original, así que las cubrí con una tira de cinta de carrocero. Y apliqué una mano de pintura chalk en spray en color turquesa pálido de Pinty Plus de Novasol Spray.
Dejé que la pintura se secara durante unos minutos y ya tenía lista la nueva silla. ¡Me encanta como queda en el comedor!
Estoy segura que voy a disfrutar mucho de ella, a lo mejor hasta os cansáis de verla en fotos. Lo siento XD
¿Y vosotros, habéis cogido alguna vez un mueble de la calle? A mi la verdad que me dio un pelín de vergüenza pero ahora que veo el resultado me alegra mucha haberla rescatad.
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