Después de bastante tiempo sin hacer fofuchas, este año para el amigo invisible, he vuelto a retomar la goma EVA. Al principio, me costó un montón refrescar la memoria, pero poco a poco fui cogiendo la marcha y en un fin de semana intensivo acabé el que iba a ser mi regalo personalizado de este año.
Pero primero, durante los días previos a la entrega de regalos, como tenemos por costumbre, cuidé de mi amiga con pequeños detalles. Me costó mucho encontrar algo que no llevara mi “firma”, ya que todos mis compis conocen mi gusto por las manualidades. Aún así, me decidí a preparar un adorno para el árbol de Navidad, confiando en que nadie me reconocería en la realización.
Con respecto a la fofucha, me alegró mucho que a mi invisible le encantara. Era lo que más quería desde que las vio por primera vez.
¡Feliz día!