Cuando Alfa planteó este concurso supe que tenía que participar.
Las máquinas Alfa han marcado la historia de mi pasión por la costura, desde el inicio hasta la actualidad. Hoy os voy a contar las vivencias con cada una de ellas
La Intocable...
La primera máquina que yo recuerdo es la de mi madre, ella todavía la usa, es de finales de los 60, de ella no os puedo contar mucho por que para mi siempre ha sido la máquina prohibida. La habré usado un par de veces...con lo que a mí me ha gustado la costura desde siempre.
Pero es que a mi madre se la desequilibré una vez con 4 años y después nunca me la ha dejado tocar.
La máquina más fuerte...
Esta máquina es mi preferida, me encanta. Es todo terreno, con ella he cosido horas y horas, es incombustible. Dicen que es un poco ruidosa, pero con la capacidad de trabajo que tienen las semiindustriales...¡Maravillosa!
Además es dura para cuando quieres coser vaquero y capaz de coser gasa a la perfección. No sabéis cuanto repulgo he hecho con ella. Me encanta su zigzag.
Actualmente no la puedo tener en la casa donde vivo. !!La echo mucho de menos!!
La peque...
Esta máquina para mi es adorable, cuando la compré nunca creí que le sacaría tanto partido. Al principio no nos entendimos bien, pero después de un tiempo y con las tensiones controladas, se ha convertido en mi mejor amiga costurera.
Imaginaros que me la llevo de vacaciones y todo...
Es el presente de mi costura y me permite hacer muchas prendas y de estilos diferentes. Como ejemplo os enseño un de mis últimos proyectos que he hecho con esta máquina, combinandola con la remalladora:
¿Y mi futuro? Espero que sea siempre con la costura...y quien sabe quizás el siguiente paso sea trabajar con una Alfa Smart.
¡Voy a cruzar los dedos con #Historiashiladas
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