Mis hijas ya son mayores y no sé si ahora los pequeños juegan con las pegatinas, pero uno de mis sobrinos vió los álbums que sus primas conservan aún y se le antojó tener también una colección de pegatinas. Para que le sea cómodo guardarlas y manipularlas le preparé un álbum con anillas gruesas. Ya había hecho un álbum parecido hacía algún tiempo, pero en esa ocasión fué para niña. Él mismo eligió entre los papeles que tengo uno estupendo de un mapa del tesoro, pero no quiso ninguna decoración más en el exterior.
Para las guardas busqué un papel naranja con aspecto desgastado y en la primera hoja usé cartulina veteada a la que añadí un toper a modo de ex-libris.
Las hojas de interior son todas de acetato blanco, para que pueda pegar y despegar fácilmente las pegatinas y destaquen sobre el blanco.
Junto con el álbum le regalamos unos stacks de pegatinas, sobre todo de animales, que es lo que más le gusta.