Erika celebraba su comunión a finales de Mayo. Había asistido a muchas comuniones de sus amigos y había visto de todo. Pero ella tenía claro sus gustos: nada de rosas ni princesas,..le gustaba el color amarillo y algo que le sorprendiera y que no hubiese visto antes.
Ea Gema,..ahí lo llevas.
Lo primero como siempre es ver el lugar de celebración para estudiar las posibilidades. El sitio elegido fue el restaurante Zahora. Me encantó. Está situado en medio de un parque en un camino amplio de árboles.
Decidí decorar los troncos de los árboles con flores grandes, con volumen y vistosas. Quería amarillo y me decidí por margaritas. Corté pétalos grandes de cartulina y los plegué un poco para darles volumen. Sólo con cartulina quedaban un poco sosas así que las pinté con trazos amarillos y naranjas. Se van pegando en un círculo de cartón donde previamente se ha introducido una cinta para poder colocarlas luego.
Después de descartar las primeras pruebas, surgió las que me gustaban.
Las amarillas son más pequeñas y sencillas. Doblas un círculo en 8 veces y le das la forma que quieras. Luego colorear a tu gusto y listo.
Para los centros de mesa continué con el tema margaritas. Esta vez de goma eva para darles más cuerpo. Cortar y pegarle un pinchito. La madre de la protagonista se ocupó de decorar unos simples tarros de cristal. El resultado quedó fantástico.
Para la entrada edité un cartel con el diseño de la estampa que se entregaría y me pareció divertido imprimir unas flechas gigantes indicativas.
Sí, ya sé, photocall está mal escrito. Lo modifiqué después de hacer esta foto,…
Bueno, ahora tocaba el tema más aparatoso: el photocall.
Esta vez tomé yo la decisión. La niña es una gran lectora. Devora los libros y pensé…y si le hago un libro gigante?….No debe ser complicado…sí, lo veo.
Yo y mis locuras.
Lo primero buscar el material. Las pastas del libro tenían que ser de cartón pero necesitaba una caja muy grande para que las planchas del cartón fuesen lisas y rectas. En la farmacia me facilitaron una perfecta,…aunque debieron tomarme un poco por loca cuando les comenté para qué la quería.
La desmonté y pequé las planchas que necesitaba para la cubierta del libro.
Ahora decorar la cubierta. Pensé en pintarlas pero al final me decidí por papel adhesivo. No encontré amarillo pero estas mariposas me perecieron acordes con la decoración general.
Ahora las hojas. La estructura era de 110 de alto por 160 de ancho. Me iba a ser muy difícil encontrar papel con cuerpo o cartón de 1 metro así que me decidí por unir 4 cartulinas.
Este tipo de decoraciones quedan mucho más vistosas, originales y especiales si se personalizan. Escribí, a mano por supuesto, como el comienzo de un libro donde la protagonista era Erika.
Rotulador amarillo delimitadas en negro…ummm, le falta algo…esquinas con florituras…sí,…mejor. Uní las 2 hojas y las pegué a las cubiertas.
Ahora tenía que lograr que el libro tuviese más volumen…que pareciese como si tuviera muchas hojas.
Utilicé las pestañas de la caja inicial y las plegué a modo de acordeón. Para darle más detalle, pinté los cantos con rotulador dorado. Pegar el “acordeón” a la hoja y a la cubierta.
Un último detalle más…una pequeña margarita en relieve y…de una locura inicail surgió esto.
La comunión era a finales de mayo y había un 99% de posibilidades de que pudiera celebrarse al aire libre. El tiempo es así de caprichoso y el 1% de lluvia hizo acto de presencia. Afortunadamente “Zahora” cuenta con un espacio techado y gracias a su eficiente y encantador personal, se trasladó todo y resultó igual de lucido.
Personalmente he disfrutado mucho con el proceso de esta decoración. Me llevo las risas, las veces que he consultado el tiempo, los pies chorreando,…y el abrazo fuerte de Erika al saber que el photocall era su regalo y era para su dormitorio.
Estaré loca pero bendita locura.