Ayer fue muy curioso porque el protagonismo la acaparó la máquina de coser Sigma, máquina que compró mi madre al nacer yo para hacerme la ropita.
Aunque la tengo ya hacer un par de veranos no la he usado porque con el pedal manual no me hacía con ella.
Le he puesto motor y estoy encantada, la podéis ver funcionando, fijaos que bien suena.
Con lo enano que es no os imagináis la capacidad que tiene!!!
Y sigo coso que te coso...