Todavía recuerdo cuando las vi por primera vez. Fue en una cafetería en Roma, en la excursión de fin de curso de tercero de BUP. En vez del consabido sobre de azúcar, me pusieron este palito lleno de cristalitos. Tanto me gustó, que me tomé el capuccino tal cual me lo trajeron, y esta piruletita me la guardé. Fui incapaz de disolvérmela en la leche.
¡Anda que si llego a saber que era tan fácil hacerlas! No sé si tengo tan vivo este recuerdo por la ilusión del palito de azúcar, o por lo malo que me supo el café.
Disfrutad del vídeo y del proceso, porque si bonitas quedan, más bonito es ver como se forman las pequeñas cristalizaciones, agarrándose al palito como queriendo escapar del vaso.
Fuente: este post proviene de Mimodemami , donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: