Un cojín convertido en respaldo

Comodidad y elegancia en la cocina

En IKEA hemos visto unos cojines a muy buen precio para las sillas de la cocina. Nos llevamos un juego doble, pensando que gracias a los cierres de velcro también servirán como respaldo. Sin embargo, al llegar a casa comprobamos que las bandas no se pueden sujetar en los travesaños de las sillas. Una lástima, porque son respaldos comodísimos.

 

!En un momento encontramos la solución! Un sencillo ‘apaño’ de costura nos permitirá utilizar nuestro doble juego de cojines tal como habíamos planeado, basta añadir unas cintas blancas de elegante sabor tradicional. Y sobre la marcha pensaremos algún adorno para la parte delantera, que le va a venir muy bien.

El cojín, con las bandas de velcro en las esquinas para sujetarlo a la silla. La forma de nuestros asientos las hace inservibles en el respaldo, de modo que las quitaremos.

Cortamos los cierres, que guardaremos en nuestra caja de restitos, para cualquier arreglo que surja más adelante.

Escogemos unas cintas blancas de poca anchura, y del color más parecido a la tela del cojín. Cortaremos tres trozos iguales, para atar bien el respaldo a los travesaños de la silla.

En la parte trasera del cojín cosemos cada cinta justo por el centro.

Una vez montadas las dos cintas de arriba a la misma altura, sujetamos el respaldo en la silla para marcar bien el sitio donde debe ir la tercera. La longitud de las cintas debe permitirnos hacer el típico lazo doble, para que quede mono y gracioso.

Para rematar el trabajo vamos a poner por la parte delantera unos botoncitos de flores.



Y en definitiva, hemos conseguido un cómodo respaldo que nos alegra la vista cada vez que entramos en la cocina.

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