El "pino Valsaín", ese que nos encontramos en la sierra madrileña, tiene una corteza muy fina en su parte superior. Es de un color anaranjado-rojizo y que se desprende con facilidad y nos la encontramos por el suelo. Algunas piezas parecen celulosa de finas que son.
Una vez vi hacer un cuenco con las hojas que caen de los árboles en otoño. En esta ocasión voy a intentar hacer lo mismo pero con esta delgadísima corteza.
- Necesitamos un globo, cola blanca y la corteza.
- Hacemos una mezcla de cola blanca (75%) y agua (26%). Yo la hice al 50% y quedaba demasiado líquida para este material (eso está bien para el papel).
Vamos poniendo capas de corteza untadas por las dos caras con la mezcla de cola+agua sobre la mitad del globo hinchado.
- Después pegar la última capa (solo puse dos) decidí cubrir con un film transparente y presionar con las manos ya que había demasiados bordes "encrespados" que sobresalían demasiado.
Además tenía que hacer un último paso. Para que la base del cuenco quedase un tanto plana, había que colocar algún peso plano encima durante el periodo de secado. (el film transparente haría que lo que pusiera encima no se pegara)
Utilicé una bandeja y encima una lata de espárragos. Mala idea. La lata de espárragos se caía cada dos por tres. Y el peso era tan grande que al día siguiente se le había escapado muchísimo aire al globo.
- Una vez seco, ya solo nos queda separar el film transparente, pinchar el globo y quitarlo y recortar y ajustar (y pegar algunas separaciones con silicona caliente).
- ¡Ah!, también le eché tres pegotitos de silicona caliente en la base por fuera para que quedase más estable.
- Y por último lo utilizamos para hacer un centro con un motivo otoñal...¡granadas!!.