Hoy, para empezar septiembre con buen pie, os traigo un DIY facilísimo, asequible a todas las personas: no hay que saber coser, tejer, ni siquiera ser especialmente mañoso… ¡Sólo necesitas unas tijeras!
Hace un par de meses me compré un vestido básico de algodón en Lidl, que me costó unos 5 euros… Es simple, sin adornos, así que, pensé que sería una buena base para customizar y hacer un DIY.
Sopesé distintas opciones, y finalmente me decidí por lo más fácil: los cortes. Hice cortes de unos 10 cm. de largo (+/- 1,5 cm. de ancho), a modo de flecos en todo el bajo. Así, además de darle un toque distinto, arreglaba la largura del vestido, que no me gustaba demasiado. Luego, hice cortes en la espalda, horizontales, de unos 20 cm. de ancho (+/- 1,5 cm. de alto).
Así, de un vestido muy, muy básico ha pasado a convertirse en un vestido con un toque especial, perfecto para ir a la playa. Mirad…
Con la tijera no hay marcha atrás, pero, no dudéis en atreveros a experimentar y ser creativas…
¡Feliz vuelta de vacaciones!
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