De elefantes y ranas



Hoy hablamos de elefantes y ranas. No me he vuelvo loca (todavía) tampoco he hecho una rápida excursión al zoo y he decidido cambiar el tema del blog. Hoy hablamos de elefantes y ranas... y su relación con la productividad ¡Claro!

Los elefantes y las ranas son dos animales que se usan en las frases hechas inglesas. Hoy te las voy a dar a conocer aquí (si no las has escuchado antes) y te explico qué hay detrás de ellas.

"Eat that frog first!"

Literalmente, cómete a la rana primero. Dejando a un lado lo desagradable que me parece la idea, la enseñanza detrás de esta frase está en que te recomiendan empezar el día con aquella tarea más importante.

¿Por qué?

Por que a veces esa tarea importante es un proyecto grande, o pesado, o que se nos hace muy cuesta arriba y es fácil que lo dejemos por procrastinación. Pero es realmente importante que lo abordemos.

Si tienes una "rana" en tu agenda, es mejor que reserves ese primer momento de tu jornada para llevarla a cabo, pues te pillará con mucha más energía. Si necesitas fuerza de voluntad, tendrás más en ese momento que estarás más descansada, que al final de la jornada cuando lo único que piensas es en acabar.

Avanzar en ese proyecto que tanto te cuesta, o que tanto demanda, o incluso terminar la tarea prevista, además, tiene un efecto dopamina grande. Esa sensación de haber cumplido, te libera de la preocupación mental (y ese runrun sabes bien cuánto agota). Pero además, te da motivación para seguir haciendo cosas, tachando de tu lista, con la tranquilidad de que, si no pudieses realizar nada más hoy, puedes estar satisfecha porque has atendido lo más importante que había que atender

Cuando organizas tu lista de tareas para el día, tienes que prestar atención a aquellas tareas que son urgentes e importantes, los llamados fuegos que surgen. Pero también tienes que dedicar espacio a aquellas tareas que no son urgentes, pero sí que son importantes. Son los proyectos, o aquellas acciones que te hacen avanzar (en conseguir tu meta, o en tu negocio, si estás poniéndolo en práctica en el trabajo). Puedes leer más aquí sobre la matriz para saber priorizar tareas importantes y urgentes, de las que no lo son.

Como nuestros días tienen 24 horas, no nos interesa llenarnos la agenda con cientos de acciones. Elige solo 3, aquellas 3 tareas más importantes que tienes que realizar. Y deja espacio para esas urgencias, o esas otras tareas, si te dan tiempo, que no son importantes (o tan importantes de realizar ese día). De esas tres, prioriza por importancia o urgencia, y ¡cómete a la rana!

¿Cómo te comes un elefante?

En los años 70s, Claus Moller compartió una técnica de gestión del tiempo, de una forma algo estrambótica. Preguntó a los asistentes a su taller una simple pregunta: ¿cómo se comerían un elefante?

La respuesta es obvia: a cachitos, un bocado cada vez.

Esta pregunta, pese a sonar a cuento infantil, tiene una gran razón de ser detrás: Las tareas o proyectos complejos e importantes (volvemos al cuadrante 2 de nuestra matriz), vistos en conjunto, pueden resultar algo inalcanzable, complicado y desmoralizador.

Cortarlo en cachitos pequeños, manejables, nos será muy útil para llegar al éxito, aunque éste nos lleve más tiempo en alcanzar.

Se trata de un cambio de mentalidad a la hora de afrontar retos, que quizás quisiéramos resolver rápidamente, aunque al hacerlo a la brava, de golpe, es más fácil que fracasemos, ya que podemos desgastarnos rápido. De forma más lenta, y a un nivel más pequeño, es más sencillo mantener la motivación para, día tras día, continuar.

¿Recuerdas el ejemplo que te puse de querer recorrer 1000 km caminando un año? Visto a lo grande, resultaba agotador. Mil kilómetros, son muchísimos. Pero dividir ese elefante en cachitos más manejables (84 km/mes, o 21 km/semana, o 3 km/día) hacen que la tarea, que antes requería un gran esfuerzo, ahora se vea fácil de implementar.

Este ejemplo me parece muy bueno para entender el caso del elefante, ya que hacer 3 km/día es algo sencillo de implementar incluso en los peores días. O, si estás muy mala y no puedes ni eso, es fácil recuperarlos otro día, sumando 1km.

En cambio, si me propongo hacer esos mil, y mis prisas por hacerlo lo antes posible, me llevan a hacer 10 el primer día, 10 el segundo, 10 el tercero.. es probable que, conociéndome, el cuarto esté muy cansada. O que sea un ritmo imposible de mantener, por las horas que necesito dedicarle para seguir ese ritmo. Y entonces aparezca la frustración, y las ganas de tirar la toalla.

Al igual que con el caso de las ranas, no es recomendable tener más de dos o tres elefantes a la vez, rondando en tu planificación. Es mejor poner el foco en pocos, y de ellos, es de donde sacarás para cada día "esa rana" que tienes que atender (los 3 tareas más importantes del día)

Y dime ¿Conocías estas expresiones?

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