Queremos contaros cómo hacer vosotros mismos estos jabones con forma de cupcakes, que están últimamente tan de moda y son un detalle perfecto para regalar a los invitados en las bodas u otras celebraciones.
Se hacen en dos partes: la base, que puede ser con jabón hecho por saponificación en frío (o con un refundido de glicerina) y el frosting que también puede hacerse con jabón por saponificación (para que sea rígido) o tipo crema, como es el que os vamos a explicar:
¿Qué necesitamos?
Para la base:
- 1 kg de jabón base de glicerina. Si queréis saber cómo hacer vosotros mismos estas bases de jabón transparentes las podéis ver aquí: cómo hacer base de jabón transparente o de glicerina.
- Colorante natural: puede ser chocolate en polvo, café, cúrcuma, achiote, jengibre, pimentón, etc.
Para el frosting:
- 200 g de manteca de karité.
- 15 g de aceite de ricino.
- Aceites esenciales a vuestro gusto. Nosotras hemos puesto 15 gotas de aceite esencial ylang-ylang y otras 15 de aceite esencial de sándalo.
¿Cómo se hace?
Primero calentamos la base del jabón al baño maría hasta que se funda por completo y cuando la tengamos lista la apartamos del fuego y le añadimos el colorante que hayamos elegido. Removemos hasta que se disuelva bien y no queden restos.
Cuando se haya enfriado un poco le podemos añadir algún aceite esencial para perfumar o verterlo directamente en los moldes de silicona especial para cupcakes.
Cuando los tengamos todos los metemos en el frigorífico y vamos preparando el frosting.
En un recipiente válido para batir introducimos la manteca de karité y con una batidora de varillas batimos la manteca, a velocidad muy baja, hasta que se forme una crema. La textura debe ser como la de la foto.
Cuando la tengamos así vamos echando muy poquito a poco el aceite de ricino mientras seguimos batiendo. De esta manera emulsionará bien con la manteca de karité y no se separará.
Cuando hayamos acabado con el aceite seguimos removiendo ahora a velocidad más alta, durante unos minutos. Comprobaremos que la crema aumenta de tamaño bastante.
Ahora cogemos la manga pastelera o la jeringuilla, le ponemos la boquilla de estrella y lo rellenamos con la crema.
Sacamos los jabones del frigorífico (ya solidificados) y le ponemos por encima el frosting.
Ahora ya los puedes decorar con lo que más te guste, nosotras le hemos puesto un trocito de canela en rama, aunque también queda bien pétalos de flores secas, virutitas de otros jabones, un jaboncito pequeño incrustado de glicerina en forma de corazón... hay miles de ideas para decorar.
Cuando los jabones estén secos le podemos cambiar el molde de silicona por otro de papel con la decoración que más os guste y ya los tenéis listos para regalar.
Son regalos muy apreciados porque están hechos de forma artesanal, con ingredientes de calidad que cuidan nuestra piel y son muy prácticos porque después los puedes usar, no como la mayoría de los regalos que te suelen hacer que luego no sabes que hacer con ellos...
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