Cómo hacer un registro de hábitos

Hoy quiero compartir contigo una herramienta (y un descargable para aquellas personas que están apuntadas a mi newsletter), porque hace tiempo que no preparo una, y porque sé que estás esperando menos teoría y más formas de poner en práctica.

Esta sencilla herramienta es un registro de hábitos. Una forma de tomar conciencia de aquellas acciones que ya realizas en tu día a día, y que te pueden estar acercando o alejando a tu objetivo.

Muchas veces piensas que no soy capaz de crear hábitos duraderos, pero este ejercicio, si lo realizas durante varias jornadas, te servirá para darte cuenta de que sí que eres capaz, de que tienes ciertas costumbres ya adoptadas, y que repites en las mismas situaciones. Estas costumbres son hábitos que ya has adoptado y automatizado tanto, que puedes llegar a no ser consciente de ellos.

Pero sobre todo, esta herramienta es útil si quieres incorporar un hábito (¡o incluso eliminar uno!), especialmente para aquellos que impliquen una forma de vida, o una identidad concreta.

¿Cómo se usa?

Simplemente deberás registrar en un cuaderno, o en el imprimible que he preparado, todas las acciones que realizas a lo largo del día, cada media hora (si, es un trabajazo, pero merece la pena). Cuanto más detalle pongas, más información tendrás.



Una vez registrado, analiza si esa acción:

Te acerca

Te aleja

O es neutral (no influye)...con respecto a tu objetivo.

Lo que haces en tu día a día te ayuda a convertirte en la persona que quieres ser (¡o te alejan!)

Te doy varios ejemplos

Si tu objetivo fuese "llevar un estilo de vida más activo" y empiezas a analizar, y te das cuenta de que pasas muchas horas sentada (porque trabajas en oficina, te desplazas en el coche, o pasas tus horas libres en el sofá, viendo series o perdida en las redes sociales) Es sólo un ejemplo, claro, pero, de ser así ¡menudo toque de atención, entonces!

Si tu objetivo fuese "leer más libros ¡pero no me da tiempo!", y por ejemplo te permite identificar esas horas muertas enganchada al móvil, o en el transporte público, o viendo una película antes de dormir. Quizás puedas identificar esas horas de más en el móvil o delante de pantallas, que puedas sustituir por esos libros que quieres leer. O quizás no tengas esa situación y necesites ir más al detalle, por ejemplo, si tienes hijos haciendo deberes y les estás acompañando, mientras ellos hacen sus tareas tú puedes proponerte leer un capítulo de tu libro.

Son dos ejemplos de situaciones, obviamente muy genéricas, donde te permite identificar qué hábitos puedes sustituir, por otros que te sean más productivos (es decir, que te ayuden a alcanzar ese objetivo).

Otro ejemplo, en este caso relacionado con un estilo de vida. Si quisieras llevar un estilo de vida más ecológico y respetuoso con el entorno, en este caso, la reflexión te recomiendo que la realices con mayor detalle. Es decir analizando qué acción realizas y cómo la realizas, para posteriormente ver si hay algo en ella que puedas modificar para que sea más ecológico.

Por ejemplo: darte un baño, usando el bote de jabón de toda la vida -> sustituible por darte una ducha (gasta menos agua) con cosmética sólida (genera menos residuos).

Otro ejemplo "compro un sandwich en la máquina de la oficina para comer" -> "llevo un sandwich hecho de casa" -> incluso, mejor aún, "llevo una manzana"

En resumen, el primer paso para cambiar de hábitos e incluso de vida es estar atenta a lo que hacemos, para identificar qué posibles áreas de mejora tenemos, pero también qué estamos realizando ya que nos es productivo, y nos acerca a ese estilo de vida y que por tanto, queremos mantener en nuestro día a día.

Esta herramienta sirve para hacer obvio un hábito, y esto es uno de los pasos básicos para crear hábitos e incluso eliminar aquellos que no nos gustan.

Si recuerdas éste post, donde te hablaba sobre cómo funciona nuestra mente (señales, anhelos, respuestas y recompensas), en este caso estaríamos trabajando en el primer eslabón: sobre la señal. Si tomamos consciencia de aquellas acciones que realizamos durante el día, seremos más conscientes de qué señales desencadenan nuestras acciones. Y por tanto, identificar esos momentos propicios para bien añadir esa acción que nos va a ayudar, o bien evitar realizar aquella que nos va a perjudicar.

Otra lectura que está relacionada y que quizás te interesa:

Guía para establecer hábitos duraderos

Cómo adquirir el hábito de hacer ejercicio

10 pasos para acabar con un mal hábito

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