“Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio” Este es uno de mi refranes favoritos y una máxima imprescindible para mantener en orden los múltiples materiales que acumula una adicta a las manualidades como yo.
Rotuladores, pinturas, tijeras, pinceles, pegamentos, cintas, hilos, cremalleras, gomas, botones…todo me vale y necesito tenerlo a mano y organizado para poder usarlo cuando me hace falta.
Utilizar botellas de plástico para hacer envases y poder guardar pequeñas cosas me ha parecido una buena idea: organizo mi taller y además reciclo ¡verdad que es genial!
Aquí tenéis el tutorial si queréis saber como se hacen:
Sujetamos una cinta alrededor de la botella para poder marcar con un rotulador permanente la línea por la que hay que hacer el corte.
Cortamos la botella con un cúter dejando margen hasta la línea marcada.
Recortamos con unas tijeras por la línea procurando que el corte quede lo más recto posible.
Preparamos las dos partes que formaran el envase con el tamaño que necesitemos, dependiendo de lo que vayamos a guardar. Las dos partes pueden tener alturas diferentes o iguales, pero el tamaño de la circunferencia del borde tiene que ser el mismo.
Vamos pegando la cremallera con la botella poco a poco, aplicando silicona caliente sobre la cremallera y uniéndola después con el plástico de la botella. Es necesario dejar espacio suficiente a la cremallera para que la cabeza pueda correr con facilidad.
Una vez que hemos terminado de pegar toda la cremallera en una de las partes del envase, procedemos igual con el otro trozo.
Para que nos queden más bonitos, podemos rematar los envases pegando washi tape o una cinta bordada alrededor de la cremallera.
¿Qué os parece el resultado? ¿Verdad que quedan bonitos? y además puedo hacerlos de diferentes tamaños según los materiales que vaya a guardar!
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