Es una idea original y divertida que además se aleja de las clásicas chucherías porque en el colegio es la única condición que ponen, algo con lo que estoy completamente de acuerdo (aunque la contrapartida es que cada año toca romperse la cabeza, como cuando hice las iniciales de cada uno en tela (aquí) o las marionetas de fieltro para los dedos (aquí)).
Y además fomenta en los niños el amor por la naturaleza y la responsabilidad, porque tienen que encargarse de cuidarlas.
Todo esto surgió a partir de la maceta que hice con un bote de cocina que compré en Ikea (aquí). Me pareció que les podría gustar porque seguro que muy pocos tienen una planta para cuidarla y a la que ver crecer a través de un cristal, lo que no es poco en estos tiempos en que a tantos niños les sobran juguetes y es tan difícil sorprenderles con un regalo.
Si tú te encuentras en la misma circunstancia o estás recopilando ideas para cuando te toque, aquí tienes el paso a paso para hacer estas bonitas macetas.
MATERIALES:
# Botes de cristal: los que yo utilicé son reciclados de conservas. La única condición que tenía es que fuesen pequeños para que resultasen más atractivos. Comencé a reservarlos unos meses antes del cumpleaños, aunque también pueden comprarse.
# Alambre: para hacer el asa, y mejor cuanto más fino para que sea más fácil trabajar con él.
# Alicates de boca redonda: para doblar el alambre. Te recomiendo que las uses en lugar de las manos desnudas porque el alambre corta y no veas de qué forma, a mí incluso con ellas me hice algún corte en los dedos. Las tienes en ferreterías y tiendas de manualidades, y alguna vez también las ví en Tiger.
# Alicates de corte: para cortar el alambre una vez que acabes de hacer el asa. Al contrario de las anteriores, no son imprescindibles porque se puede cortar girándolo sobre sí mismo, al ser tan fino con tres o cuatro vueltas rompe.
# Washi tape: para adornar el bote. Para mí es lo más cómodo, limpio y rápido, aunque también se puede utilizar puntilla, papel de regalo, tela, servilletas de papel, hilos de colores, lo que se te ocurra.
# Plantas: recomiendo que sean de la familia de las crasas o también un cactus porque crecen despacio y así no hace falta trasplantarlas en mucho tiempo, además de que son muy fáciles de cuidar.
A continuación te cuento cómo hacer el asa en primer lugar, y cómo adornar el bote después.
PASO 1: Dobla un extremo del alambre con las alicates de boca redonda, pero no lo cierres del todo porque a él engancharemos el alambre que rodeará la boca del bote:
PASO 2: Rodea la boca del bote con el alambre, pásalo por dentro del extremo doblado y asegúralo cerrando con las alicates de boca redonda sobre sí misma esa doblez. En mi caso, como era para niños, puse especial cuidado en que el borde cortado del alambre quedase hacia adentro para que no pudiese arañarles.
PASO 3: Corta el alambre con las alicates de corte a la medida que quieras darle al asa y dobla con las de boca redonda el extremo que te queda:
PASO 4: Pasa ese extremo por el alambre que rodea la boca del bote y al igual que antes, asegúralo dándole varias vueltas sobre sí mismo para que no se suelte con las alicates de boca redonda. Muy importante tratándose de niños que el extremo por donde cortamos el alambre quede hacia adentro para evitar accidentes:
PASO 5: Adorna el bote con washi tape. Como es pequeño y el objetivo es que se vea la mayor parte de la tierra y de la planta, con una tira alrededor es suficiente:
PASO 6: Pon gravilla en el fondo del bote para que drene el exceso de agua y cúbrela con tierra. La planta que yo recomiendo es alguna de la familia de las crasas o un cactus porque crecen despacio y así no hace falta trasplantarlos, además de que son muy fáciles de cuidar:
Este es el resultado. A mí me gusta especialmente porque gracias al cristal se ve la planta con la tierra y el asa y el washi tape le dan un acabado divertido y original:
PASO 8 (opcional): Hacer una etiqueta con el nombre del/la cumpleañer@ y sujetarlo al asa con un cordel:
Te puedo asegurar que las plantas tuvieron mucho éxito y que fue precioso ver salir a tod@s l@s niñ@s llevando colgada del asa su planta.
Lo mejor de todo fue que le dije a la niña que aconsejase a los demás regarlas una vez al mes, pero a saber qué me entendió ella o qué le entendieron los demás porque una compañera suya vino a preguntarme si era verdad que había que regarla una vez al año.
También pasó que uno de los botes se cayó al suelo por accidente y cuando el profesor volvió a echar la tierra dentro y la planta se quedó como si no hubiese pasado nada todos alucinaron.
Ya ves qué forma tan fácil y barata de salirse de las típicas bolsas de chucherías y de paso sorprender y fomentar la responsabilidad y el amor por la naturaleza en los más pequeños.
¿Qué te parece este regalo? ¿Te animarías a hacerlo si tuvieses que dar regalos en el colegio? ¿En el vuestro permiten dar regalos por el cumpleaños?
Fuente: este post proviene de Pica Pecosa, donde puedes consultar el contenido original.
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