Pañuelo de bolillos para Inma

Dice que nació hace unos años, pero lo de mi prima Inma es uno de los grandes misterios de la naturaleza... ¿o será que la felicidad te mantiene joven?

Era una de las habituales candidatas a acompañarnos a mi hermana y a mí porque éramos pequeñas para quedarnos solas. Recuerdo cómo, nerviosas, preguntábamos quién había sido seleccionada en esta ocasión. ¡Aunque a veces también había aparecido un primo! La noticia se celebraba siempre con gritos y saltos. En realidad, queríamos saber quién nos iba a entretener o con quién nos íbamos a entretener.


Estar bajo el cuidado de Inma era casi un juego. Ella quería ser una más, intentando conocer las normas de la casa que le explicaban dos niñas traviesas, y que se compinchaban para conseguir objetivos jamás logrados, como dulces o más tiempo antes de acostarse. Qué divertida resultaba la pregunta de si Mamá nos dejaba hacer lo que tan a las claras estaba prohibido. Había que intentarlo... Todavía mantiene ese gesto inocente.

Sin embargo, hay que ver en ella una mujer de auténtica firmeza en su trabajo, con autoridad para dirigir equipos y proyectos, una hipnotizadora conferenciante, de cuidada expresión, y notables experiencia y conocimiento de su especialidad. Todo ello condimentado con una elegante imagen, siguiendo la moda actual, y apoyándose en su eterno aspecto jovial. Con los años, puse en su figura la culminación de un ídolo, el que se puede admirar de lejos o intentar reflejar en sí mismo, pero teniendo la convicción de la imposible copia.

Por todos estos sentimientos que produce Inma, era importante para mí conseguir hacer un impresionante pañito de bolillos para ella cuando nos convocó por su cumpleaños. Y quería innovar, introducir el cambio en mi estilo de hacer bolillos. Así surgió en una sola labor la combinación de encaje de bolillos y bordado en tul, al que seguirían tantos otros trabajos.





En este patrón destaca la alternancia entre arañas sencillas y arañas múltiples. Pero su originalidad reside en el amplio fondo de punto de la virgen, mi expresión de bolillos preferida por la concentración que requiere. Un pequeño despiste supone un gran error en el dibujo.



En el borde, ondas a punto de lienzo con dos galerías consiguen dar el tan deseado efecto transparente al encaje.
La alternancia en el tipo de arañas define a este pañito, por su cuidada elaboración.

¡ Y a Inma le gustó mucho!



midedaldeplata.blogspot.com.es

Fuente: este post proviene de mi dedal de plata, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Confeccionar una falda para una niña es una labor de costura de lo más sencilla que nos podemos plantear. Simplificando su estructura, se trata de un rectángulo, al que sólo hay que hacerle los doblad ...

Recordar los difíciles comienzos de todo es valorar lo que se tiene ahora, y ayuda a apreciar el avance que se ha conseguido. Si se recuerda resoplando, entonces se ha avanzado poco. Sin controlar mi ...

Cuando te planteas hacer una labor que será un complemento de vestuario, la mayoría de las veces se trata de suplir una necesidad que no puedes satisfacer debido al coste de una prenda muy elaborada o ...

Recomendamos