Que vaya por delante que yo no soy nada de lazos, y rara vez mis hijas han llevado alguno en la cabeza. No me parecen feos, y me gustan en otras niñas, pero definitivamente yo no soy de lazos, no sé porqué, creo que vivir mi infancia en los ochenta me dejó un feminismo mal entendido donde las niñas podíamos ser astronautas o bomberos pero de ningún modo podíamos ir de rosa :-). Ahora sabemos que ser médico y vestir de rosa no es incompatible, pero por alguna razón en los ochenta si querías viajar a la luna algún día, ya podías ir olvidándote de los lazos..
Pero cuando tu hija te dice que le rechiflan las chanclas rosas llenas de lazos de su prima, una se viene arriba, olvida todos sus prejuicios laceros y cual madre coraje, no puede hacer otra cosa que lanzarse a la mercería a por lazos de todos los tamaños :-).
Así que si vosotros sí sois de lazos o vuestras niñas quieren ir a la playa con más puntillas que Sissi emperatriz, hoy os dejo una idea de chanclas no aptas para minimalistas. Y por cierto que la originales, las que dieron tanta envidia a mi hija se llaman "Titinolas en la playa" y se pueden comprar aquí.
Yo preparé nuestra propia versión con cuantos lazos de distinto grosor y en los mismos tonos (en este caso frambuesas y rosas). Las chanclas básicas las podéis comprar en casi cualquier sitio, estás son de Carrefour.
El único requisito para estas chanclas es que no sean minimalistas, así que sólo tenéis que ir superponiendo lazos (del más ancho, al más estrecho). Id probando y cuando tengáis una combinación que os guste, los coséis para que queden unidos. Podéis acabar con un botón, un madroño, o cualquier aplicación que se os ocurra. Tenéis que preparar dos y el segundo tiene que ser igual que el primero pero con efecto espejo para que encajen en el pie derecho y en el izquierdo.
Una vez que tenemos todos los lazos unidos en uno, los colocamos sobre la chancla y los cosemos a una tela que ponemos por la parte de abajo (como se ve en la foto) y de esta manera, además de quedar perfectamente sujetos, no molestarán en los pies.
Y como nos parecieron pocos lazos :-), aprovechamos los que nos quedaban para la bolsa de playa. Y listo, que para no gustarme los lazos, ya llega, no??
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