Hace ya un mes que estoy instalada en Castellón. El cambio ha sido muy grande pero voy adaptándome a mi ritmo. Muchas de las calles ya las conocía aunque me sigo perdiendo, odio profundamente el agua del grifo (no entiendo el agua dura, y cómo me está costando conocerla) y por primera vez en mi vida llevo más de una semana seguida en pantalón corto. A decir verdad, no me he puesto pantalón largo desde la segunda noche que estoy aquí, que hubo una tormenta bastante grande y llovió y enfrió mucho el ambiente.
La mudanza y la adaptación me están consumiendo mucho tiempo que antes usaba para tejer y coser. Aún así, terminé y estrené un vestido y he estado tejiendo un par de cosas: un encargo y una mantita. Sé que no es temporada, pero he descubierto que con calor se lleva mejor tejer con algodón y esa mantita la tenía pendiente.
Mi tiempo sin internet: patrones listos para cortar, la mantita, libros y una mesa de cristal imposible de limpiar¿Os acordáis de la caja del bebé? Pues a ese bebé le queda poquito para bautizarse y quería prepararle otra pero, #drama, de momento no he encontrado tela impermeable/plastificada/vinilo en Castellón. Puede ser una excusa muy buena para volver a tiendas de telas en Valencia ahora que estamos en rebajas, pero fui a las tiendas que más conocía de aquí y no tienen nada parecido. (Si sois de la zona y sabéis dónde puedo conseguirlas os estaría muy agradecida).
Como podéis ver, ya tenemos internet. Nos costó un poco decidir compañía y velocidad, pero ya estamos online de nuevo, a pesar de que parece que los días tienen menos horas y me da tiempo a hacer pocas cosas. Sigo tejiendo y tengo una lista de cosas que coser.
Yo estoy bien. Sally mi cobaya está bien. Mi suegra está contenta porque su hijo está alimentado, limpio y bien. La única que sufre es la albahaca cuando me la olvido al sol. Pobriña.
Vuelve Enemy Dolls a la carga. Con muchas cosas que contar y descubrir aún de esta ciudad.
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