Las lijé y pinté con azul celeste y, donde iba la servilleta, con blanco, luego las barnicé con barniz al agua y les pegué perlitas de bisutería color marfil con silicona en frío.
Me costó un mundo pegar las perlitas, porque se resbalaban y ensuciaban con la silicona líquida, tuve que botar varias a la basura. Además, es un lío que queden en línea, siempre se corren y quedan un poco disparejas, pero con un palito de helado traté de alinearlas y eso me ayudó bastante.
En fin, así quedaron las cajitas que espero darle a mi madre de regalo de Navidad. Sí, falta mucho, pero tengo muchos regalos que hacer y debo empezar ahora con la elaboración. ¡Que el tiempo vuela!
Tengo más ejemplares de esta servilleta pero no se me ocurre qué más hacer con ellas, ¿qué harías tú?
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