Creo que quedó bonito y original porque lo diseñé yo desde el principio. La idea es mía e incluso tuve que construir los patrones (Aclaro que nunca he estudiado patronaje ni confección)
Otro aspecto a destacar es que todo son materiales reciclados. Esto es una condición que siempre ha habido en casa respecto a los disfraces: no se debe gastar casi nada de dinero ni usar materiales de mucho valor. El carnaval es el carnaval y no hay que realizar grandes inversiones.
Los telas verdes y naranjas son restos de tejido de forro procedentes de una liquidación, a 0,50 céntimos las piezas de 3 metros.
La entretela que ahueca la falda la recuperamos de la parte de atrás de una funda de asiento de sofá desechado.
Los zarzillos de la calabaza son "cordones mágicos" de los deportivos de los niños (en Domti)
El tallo que rodea el cuerpo desde detrás hasta delante envolviéndolo (no se ve bien en las fotos) esta hecho a ganchillo con un ovillo de hilo de color "multiverde" (je,je) también de Domti.
Las flores y las hojas las corté dobles, se cosieron y volvieron para dar una terminación mas pulida. Luego se le marcaron unos pespuntes para imitar los nervios de las hojas.
Las mechas de colores del pelo los obtuvimos en el Entierro de la Sardina, una fiesta típica de Murcia, en la que se regalan juguetes al publico.
El toque final fue el maquillaje simulando las expresiones características de las calabazas que se tallan para Halloween.
Afortunadamente teníamos en casa unos preciosos pendientes en forma de calabacitas, heredados de la hermana mayor y que ademas son cascabeles, (un encanto!) y esa preciosa bolsita para la chuches.
Espero que os guste. A las amigas de mi hija les encantó.