6 Razones para amar esta profesión

Yo amo esta profesión

En apenas unos días llega el día del amor. El día de todo el año donde el amor es el mayor protagonista. El día que te recuerda que la persona que te acompaña cada día es la más importante. La que te mira cuando duermes, la que te besa en medio del pasillo, la que te trae chocolate cuando estás triste, la que tiene todo a mano cuando lo necesitas,... la que con pequeños detalles demuestra cada minuto que te quiere.

Y sí, todo lo que hagas ese día para rememorarlo está genial. Una cena especial, unas flores bonitas, una carta de amor, da igual que sean tópicos, todo está muy bien porque lo que importa es la intención que hay detrás. Pero yo quiero ir más allá. Yo quiero que este día se haga más grande. Que no solo celebremos el amor hacia nuestras parejas sino el amor que damos y que recibimos de todo lo que nos rodea.
Porque el amor debe ser el motor de nuestra almas y nuestro corazón

Tenemos que poner amor en todo lo que hacemos. Ama y déjate amar.

Yo lo hago con Patrones de Flamenca. ¿Y tú lo haces?
Primero ama lo que haces para que otros también lo amen

Patronesdeflamenca.com tiene muy pocos meses de vida pero tiene más amor que si existiera desde hace veinte años. Estoy preparando tutoriales, guías paso a paso, más patrones, buscando materiales para llevar a cabo los proyectos y todo para que tú aprendas a amar lo mismo que yo amo.

No todo siempre es idílico y maravilloso. A mí me ha pasado un montón de situaciones horribles. Por ejemplo, se te estropea una máquina cuando más la necesitas; o que en la tienda no hay más tela y piensas "tierra trágame"; o que una clienta te obliga a hacerle veinte pruebas del vestido y no la puedes mandar a su casa; o que los tiempos se te echan encima y no ves cómo correr más.

Si a veces te has encontrado en alguna de estas situaciones o en todas, y has pensando en tirar la toalla, te voy a dar unas cuántas razones por las que te estás equivocando.
Razones para amar esta profesión

1. Es una fuente de motivación constante.

La vida tiene que ser motivación pura. Sin motivación no tienes ganas de levantarte de la cama, no te apetece llamar a nadie, ni siquiera de mirarte al espejo para ponerte guapa. Tienes que encontrar algo que te anime a seguir adelante. Y no tienes que buscarlo lo tienes delante de tus ojos. Yo estoy todo el día en los laureles, imaginando nuevos cortes, nuevas hechuras, nuevos colores y estampados. Con esto último me vuelvo loca, yo tengo que ir a la tienda de tejidos con una lista escrita, como al supermercado, porque si no se me va la cabeza y compro de todo.

Pero a mi lo que más me motiva eres tú. La que está detrás leyendo, aprendiendo, preguntando, participando. Con palabras como estas: "Gracias, he aprendido mucho con lo que has contado"; o "El traje de flamenca con el patrón Rhoda me ha salido fantástico, repetiré"; o "me siento identificada con tus artículos, no sabes cuánto me has ayudado". Leer esto hace que mi corazón se vuelque y todo tenga sentido.
Hoja de instrucciones del patrón Rhoda

Cuadernillo de instrucciones del patrón Rhoda
2. Te emociona, te satisface, te produce felicidad.

Recuerdo cuando mi abuela Lola (la modista) se levantaba de madrugada para terminarnos a mis padres y a mí los trajes de carnaval para la Gran Cabalgata de Carnaval de Las Palmas. No dormía porque quería que nosotros fuésemos a la fiesta con nuestros trajes perfectamente terminados.Y a veces me llamaba y me decía "¡Cathy! se me ha ocurrido una cosa que podríamos añadir al vestido para que quede más bonito". Mis padres y yo siempre íbamos como pinceles a los Carnavales.

Y esa cara de satisfacción de un trabajo bien hecho lo vi año tras año. Y en estos momentos a mí me está pasando lo mismo y seguro que a tí también. Cualquier cosa negativa que te haya ocurrido seguro que se nubla cuando terminas algo que te encanta.

Estoy convencida que después de estar con un proyecto en el que llevas días trabajando, en el que te has equivocado y has tenido que rectificar, en el que luego has tenido que modificar algo del diseño que no te convencía, en el que en resumen, se ha hecho un poco cuesta arriba; todo se te olvida y se te pone cara de tonta. "Trabajito me ha costado pero el resultado es espectacular". Esto no se puede explicar con palabras se siente, se vive.
Cathaysa montando un vestido y enseñando una tela


3. Aprendes cada día algo nuevo.

Este sector es tan amplio y hay tanto que aprender. Creo que nunca llegaremos a aprenderlo absolutamente todo. ¡Y menos mal! Porque en el momento que no haya nada que indagar nos bloquearíamos y tendríamos que dedicarnos a otra cosa. Junto con la primera razón forman un tándem suficiente para no tener que abandonar esta profesión.

Depende de nosotros mismos conseguir adquirir los máximos conocimientos posibles. Tener voluntad y predisposición a absorver la información que nos facilitan los demás y también compartir lo que sabemos es el método ideal para evolucionar. Comparte lo que sabes y serás recompensada con lo mismo. Ese es mi método y a mí me funciona.
4. No olvidas las matemáticas

Desde pequeña, en el colegio y luego en el instituto, me inclinaba hacia las letras. No me gustaban ni las ciencias ni las matemáticas, no obstante siempre saqué buenas notas. Me esforzaba más porque al no gustarme nada me costaba más ponerme a estudiar. Al final tengo una profesión artística pero donde las matemáticas tienen un papel fundamental. Los patrones son números y medidas y éstos tienen que estar perfectos cualquier error de cálculo puede ser nefasto en el resultado final. Cuida siempre eso. Sé exigente con tus medidas.

Con calculadora o sin ella siempre tenemos que hacer cálculos matemáticos. Para hacer todos los patrones que tengo en patronesdeflamenca.com he tenido que hacer mútiples cálculos. Cuando viene una clienta y me encarga un vestido a medida, tengo que adaptar esas medidas a los patrones. Esto supone también un desarrollo mental del hemisferio derecho del cerebro, que con el tiempo se queda un poco paradito.
5. Consigues que los demás sean felices

No tiene precio ver la cara de tu hija o de tu nieta con el vestidito que le has hecho para la fiesta del colegio o para la feria. Aparte que tú deseas que sea la más guapa del lugar (que esto ya es la razón 1 de motivación o la 2 que te produce felicidad) ella va como si fuera la princesa del cuento. Es tremendamente feliz.
Cathaysa de pequeña y su abuela Lola


No tiene precio ayudar a otras personas a ser especiales. A que consigan sus sueños a través de ti. Yo deseo que mis clientas sean las más felices con los patrones, que se sientan realizadas haciendo ellas mismas sus vestidos. Yo deseo que mis alumnas aprendan tanto como yo a trazar sus propios patrones, a cortar sin miedo, a elegir los tejidos que mejor funcionan, a hacer vestidos a sus propias clientas. Yo deseo ayudarte a ser un poquito más feliz.

6. Haces muchísimos amigos.

Y despúes de toda la ayuda y el amor que ya has repartido, encuentras en el camino a gente que le gusta lo mismo que a ti. Y compartes experiencias y momentos inolvidables. Y creas otro tipo de lazos de amor hacia la amistad.

No importa el canal donde encuentres esos amigos. En la actualidad las redes sociales nos han permitido abrir los círculos y encontrar gente afín a ti sin moverte de casa. Eso sí luego queda con esa gente y sal a la calle y vive nuestra profesión de otra manera (con cervecita en mano). Eso me lo tengo que aplicar yo la primera que soy un poco ratita de alcantarilla.
¿Qué? ¿Te he convencido?

¿Cuáles son tus propias motivaciones para seguir adelante?

Ya sabes te espero en comentarios.

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Etiquetas: reflexiones

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