Para pintar al óleo emplea pinceles de pelo de cerda natural, son perfectos para esta técnica. Podrás encontrarlos de tres tipos: planos, lengua de gato (como los planos pero con la punta redondeada) y redondos.
Para que tus colores sean limpios te recomiendo que uses dos tarros diferentes, uno en el que pondrás esencia de trementina o white spirit (está derivado del petróleo y no deja olor), y otro en el que pondrás a partes iguales barniz de retoques y esencia de trementina. En el primero únicamente limpiaras enérgicamente el pincel al cambiar de color y después lo secaras con un poco de papel, y en el segundo mojarás el pincel para ejecutar una nueva mezcla. De esta manera no contaminarás esa mezcla con el residuo que te quede de mezclas anteriores en el pincel.
Si deseas que tu cuadro quede muy luminoso, haz una mancha muy fresca y con color al principio, mi recomendación es que no emplees el blanco en esta primera fase y que aclares los colores añadiéndoles más cantidad de la mezcla de aguarrás con barniz de retoques. Es decir, tratarás el óleo como una acuarela y así aprovecharás el blanco del soporte.
Para pintar al óleo puedes emplear varios soportes (papel para óleo, tabla, lienzo, tabla entelada…). Un buen lino Goya o lino Velázquez son perfectos para esta técnica. Estas telas se deben preparar con un aparejo tradicional, a base de cola de conejo.
El tamaño de los pinceles y de la paleta va en función del tamaño del cuadro que vas a pintar. Así que ya sabes, si vas a pintar una obra de grandes dimensiones hazte con una gran paleta y pinceles y brochas grandes.
Para pintar al óleo una paleta “rica” estaría formada por los siguientes colores: Blanco de titanio, amarillo de cadmio medio, ocre amarillo, tierra siena natural, tierra siena tostada, rojo cadmio medio, magenta, carmín de Garanza sólido oscuro, verde esmeralda, azul turquesa, azul ultramar oscuro, azul de Prusia, tierra sombra tostada y negro marfil.
La paleta es para ejecutar mezclas, por tanto pon los colores en la parte superior y deja el máximo espacio para mezclar. Establece un orden que emplearás siempre en cuanto a colocación. El orden en el que he citado los colores en el punto 6 es perfectamente correcto.
Al pintar al óleo no abuses del blanco, así tu cuadro no quedará lechoso. Si haces veladuras, haz una mezcla a partes iguales de esencia de trementina, aceite de linaza y barniz de retoques, y emplea este médium para crear esos finos velos, pero siempre sin blanco. Si no, el aspecto posterior será de algo “polvoriento”.
Barniza tus cuadros al terminar, pero ojo, espera al menos un mes para que la capa superficial esté seca y no te lleves por delante todo tu trabajo.
Limpia y cuida correctamente tu material después de pintar al óleo, así te durará mucho tiempo.
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